La palabra “trauma” significa herida. En el contexto de la Psicología, cuando hablamos de trauma podemos hacer referencia a dos tipos de trastornos que comparten entre sí muchas similitudes: el Trastorno de Estrés Post-Traumático o TEPT y el Trauma Complejo.
El TEPT es el conjunto de síntomas que se produce en algunas personas cuando se enfrentan a una situación de amenaza psicológica o vital, de la que no pueden escapar y para la cual sus recursos habituales de afrontamiento son insuficientes. Esta situación – como por ejemplo ser víctima de un desastre natural, un accidente automovilístico o una agresión sexual- queda por tanto sin procesar y asimilar, dando como resultado los siguientes grupos de síntomas:
A veces, sin embargo, no podemos hablar de un único evento desencadenante. Cuando la persona ha estado expuesta en la infancia a situaciones amenazantes repetidas (incluyendo situaciones de abandono, maltrato o abuso), especialmente si sus cuidadores principales han estado implicados negativamente en dichas situaciones, hablamos de Trauma Complejo.
En el Trauma Complejo suele estar presente gran parte de la sintomatología propia del TEPT, pero además se caracteriza especialmente por:
Como resultado de la exposición traumática, en las personas traumatizadas podemos encontrar:
El objetivo del tratamiento del Trauma ha de ser devolver a la persona una sensación de seguridad que le permita volver a habitar su cuerpo y conectar consigo mismo/a y con el presente.
Si padeces sintomatología relacionada con el trauma, puedes contactar por correo electrónico, whatsapp o pedir más información en una cita telefónica gratuita y sin compromiso.
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